MÉXICO (AFP) — México se esfuerza en rendir homenaje al novelista Carlos Fuentes, su gran gigante de la literatura, mientras éste se empeña en espantar el fantasma de una plácida retirada a sus 80 años recién cumplidos, afirmando amar su trabajo.
"Trabajo mucho y amo mi trabajo, de hecho creo que no trabajo. Cuando se quiere tanto lo que se hace deja de ser trabajo y se convierte en parte de la respiración, de la vida (...) En realidad me considero un gran holgazán", dijo en rueda de prensa.
El escritor respondió dinámico e ingenioso a las ágiles preguntas de los medios en una muestra más de su espléndido estado físico y mental. En la segunda jornada de los múltiples festejos previstos, Fuentes asistió también a un coloquio presidido por su gran amigo y premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien no tomó la palabra a pesar de las peticiones del público, al igual que en los dos actos inaugurales del lunes.
"Trabajo mucho y amo mi trabajo, de hecho creo que no trabajo. Cuando se quiere tanto lo que se hace deja de ser trabajo y se convierte en parte de la respiración, de la vida (...) En realidad me considero un gran holgazán", dijo en rueda de prensa.
El escritor respondió dinámico e ingenioso a las ágiles preguntas de los medios en una muestra más de su espléndido estado físico y mental. En la segunda jornada de los múltiples festejos previstos, Fuentes asistió también a un coloquio presidido por su gran amigo y premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien no tomó la palabra a pesar de las peticiones del público, al igual que en los dos actos inaugurales del lunes.
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